El hombre
de la cámara una explosión multicolor
¿Como puede ser que burlen, humillen, bloqueen, desanimen,
desmovilicen a alguien, por tratar e incluso lograr dejar memoria
a través de las imágenes?. Una intensión inteligente,
una intensión social, una intensión que sera por muchos
años mas, una marca en la memoria de los que pensamos que el
documental es amigo intimo de la fotografía cuando de
contar la realidad se trata.
Parece que al ver proyectos audiovisuales como El hombre de
la cámara de Dziga Vertov o como El tren de los hermanos Lumiere ,
los ojos se durmieran y el blanco y negro de cada imagen en secuencia
durmiera el cerebro, parece como si esto nos recordara lo aburrido que seria ver
la televisión a blanco y negro como parte del pasado de los abuelos, pero en
verdad esto significa mucho mas; porque el blanco y negro de El hombre de
la cámara tiene mas colores de lo que cualquier documental para cine
en pleno siglo XIX pudiera tener, son colores como los primarios nunca va
a dejar de existir porque son universales.
El hombre de la cámara es un conjunto de planos, movimientos,
ritmos y sentido que sumados son como una explosión artística,
una lava de pintura mezclada tan heterogénea como el agua y el
aceita, una mezcla que combina desde un plano general hasta un
primer primerísimo plano, ángulos picados, contra-picados,
experimenta el movimiento con la cámara, llama a la vanguardia su mejor
amiga y la sociedad su protagonista. Pero ¿Qué sentido tendría este
trabajo de Vertov, sino existiera una intensión alrededor de toda una
construcción audiovisual?, si no la intensión social
de un cinematógrafo que quiso poner por evidencia a través del
ojo fílmico, la edición y la construcción de metáforas el
amanecer y anochecer de esta ciudad soviética; esta ciudad que
confirma la siguiente frase: "El drama cinematográfico es
el opio del pueblo.¡ Abajo las fabulas burguesas y viva la vida tal y como
es!".
Es la cámara de Vertov la que produce y transmite memoria,
pero también sera su cámara y la mía la que
dejara memoria, si pensamos en grande. El hombre de la cámara es el
inicio del documental, es
la construcción de características teóricas y
practicas, donde solo se vale la verdad y nada mas que la verdad,
pero ademas donde la visión futurista no me desliga de la realidad ni
del presente, al contrario es por ella que las
generaciones sabrán de lo que sucedió en las calles de la
ciudad.
Alexandra Bayona Lopez.
Me gustó mucho tu reflexión.
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