jueves, 2 de febrero de 2012


El hombre de la cámara una explosión multicolor 

¿Como puede ser que burlen, humillen, bloqueen, desanimen, desmovilicen a alguien, por tratar e incluso lograr dejar memoria a través de las imágenes?. Una intensión inteligente, una intensión social, una intensión que sera por muchos años mas, una marca en la memoria de los que pensamos  que el  documental  es amigo intimo de la fotografía cuando de contar la realidad se trata.
  
Parece que al ver   proyectos audiovisuales como El hombre de la cámara de Dziga Vertov o como El tren de los hermanos Lumiere , los ojos se durmieran  y el blanco y negro de cada imagen en secuencia durmiera el cerebro, parece como si esto nos recordara lo aburrido que seria ver la televisión a blanco y negro como parte del pasado de los abuelos, pero en verdad esto significa mucho mas; porque el blanco y negro de El hombre de la cámara tiene mas colores de lo que cualquier documental para cine en pleno siglo XIX pudiera tener, son colores como los primarios nunca va a dejar de existir porque son universales. 

El hombre de la cámara es un conjunto de planos, movimientos, ritmos y sentido que sumados son como una explosión artística, una lava  de pintura mezclada tan heterogénea como el agua y el aceita, una mezcla que combina desde un plano general hasta un primer primerísimo plano, ángulos picados, contra-picados, experimenta el movimiento con la cámara, llama a la vanguardia su mejor amiga y la sociedad su protagonista. Pero ¿Qué sentido tendría este trabajo de Vertov, sino existiera una intensión alrededor de toda una  construcción audiovisual?, si no la intensión social de un cinematógrafo que quiso poner por evidencia  a través del ojo fílmico, la edición y  la construcción de metáforas el amanecer y anochecer de esta ciudad soviética; esta ciudad que confirma  la siguiente frase: "El drama cinematográfico es el opio del pueblo.¡ Abajo las fabulas burguesas y viva la vida tal y como es!".

Es la cámara de Vertov la que produce y transmite memoria, pero también sera su cámara y la mía la que dejara memoria, si pensamos en grande. El hombre de la cámara es el inicio del documental, es la construcción de características teóricas y practicas,  donde  solo se vale la verdad y nada mas que la verdad, pero ademas donde la visión futurista no me desliga de la realidad ni del presente,  al contrario es por ella que las generaciones sabrán de lo que sucedió en las calles de la ciudad. 

Alexandra Bayona Lopez. 

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