En la fotografía como en todos los oficios se cree que tomar una foto es sólo oprimir un botón y dejar que la máquina haga el resto, pero ahí es cuando nos damos cuenta quién hace la diferencia. Wolfgang, más que tomar fotos, hace que el lente de su cámara se convierta en su ojo, ese que quiere captar lo que nadie capta y ese que quiere mostrar lo que nadie se imagina, algo diferente, algo que es pero a la vez no lo es.
Con lo anterior puedo manifestar lo gratificante que fue ver esas fotos, las cuales pueden tener un significado para mi y uno diferente para mis compañeros. La subjetividad es ese plus de originalidad que tienen estos retratos artísticos expuestos por Wolfgang.
Para concluir también es de destacar esta exhibición como una enseñanza para mirar la fotografía y todas sus derivaciones con ojos diferentes,
Angel Andrés Aguilar Forero - Grupo BD
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