Tillmans: la vida convertida en arte.

El arte siempre ha sido el medio más puro – sino el único- para representar las emociones y los acontecimientos que suceden en la vida en general, y la fotografía no esta exento de ello, puesto que su papel a lo largo de la historia ha sido lo que, tradicional y coloquialmente, se ha definido como: “escribir con luz”; sí, escribir, ya que fotografiar constituye un acto de trazar, delinear, subrayar, tachar, borrar y sobrescribir la realidad. 

Tal es el caso del fotógrafo alemán Wolfgang Tillmans, quién debido a su singular sensibilidad se ha convertido en uno de los artistas contemporáneos más respetados; no en vano, tiene el reconocimiento de ser el único artista no británico en recibir, en el año 2000, el premio Turner.

Y es que la exposición homónima de Tillmans, presentada en el Museo del Banco de la República, es sin lugar a dudas una notable muestra de la experimentación a nivel técnico, estético y conceptual que caracterizan a este fotógrafo. Allí se evidencia cómo las reglas entorno a los elementos de la composición fotográfica dejan de ser eso: reglas, y se convierten simplemente en consejos, teorías, predisposiciones. Porque allí los axiomas han sido quebrantados, los dogmas se han disipado y lo desconocido/ignorado ha pasado a transformarse en la esencia del experimento que supone la fotografía (la nueva fotografía).

Basado en esto, es necesario dejar en claro que la fotografía de este alemán no es, en sentido estricto, una disyunción con los elemento de composición (esto resulta imposible para cualquier fotógrafo); sino que, por el contrario, es una redefinición de los mismos con el objetivo de crear una nueva fotografía que estableciera como principio “la expresividad de las cosas que no son gestuales en su forma mecánica”. No en vano, los intereses a lo largo de su carrera se han enfocado en la premisa de que cualquier situación cotidiana puede ser una obra de arte, puesto que en lo trivial y lo abstracto es que reside la estética de lo conceptual, lo espectacular. Movido por esto, la Tate Britain (una de las galerías artísticas más importantes del mundo) realizo una muestra en evocación a su trabajo que recibió el nombre de “Isonethingsmatters, evethingsmatters” (Si una cosa importa, todo importa).

Por otra parte, en lo respectivo a la muestra exhibida en Colombia, cabe señalar que allí se pueden apreciar las múltiples aplicaciones y/o facetas que adopta la composición fotográfica cuando se dispone de una intención expresiva concreta. Como ejemplo de ello, se presta la fotografía “Astro Crusto, a…”, en donde el punto de interés es obtiene a partir del contraste generado entre la tonalidad que predomina en el encuadre y el elemento ubicado en la intercesión superior izquierda que surge con base en la ley de tercios. Además de esto, es imprescindible mencionar el control que existe en la iluminación y la distancia focal con el objetivo de plasmar la textura esponjosa y húmeda que posee el encuadre seleccionado. Y  así como está, existe un sin número de fotografías que son dignas de apreciar y analizar.

 

No obstante, es preciso aclarar que la verdadera (R)evolución artística del propio Tillmans ha encontrado su mayor punto de expresión en el desarrollo de las fotografías abstractas que ha elaborado en su último periodo creativo, puesto que es allí donde precisamente reside la autentica esencia del arte contemporáneo: en la relación a nivel estético que existe entre obra – espectador y que, a su vez,  permite fundar una explicación (sentido/significado) a partir del contexto exterior de la obra misma. Lo que da por entendido que la percepción estética no es más que el resultado de la apropiación subjetiva del público con el medio artístico.

Para finalizar, sólo queda por decir que la instalación de Tillmans en Bogotá es una evidencia del progreso en la sensibilidad cultural que ha presentado no sólo la capital sino también el territorio nacional. Es la oportunidad de presenciar otra cosmovisión que, sin lugar a dudas, nos permitirá ampliar nuestro panorama artístico hacia tendencias invadidas por la desobediencia y la desolada monotonía que toda obra expresiva necesita.

 

Jhon Fredy Peña Martínez

Grupo 2BD