viernes, 21 de septiembre de 2012

De las alpargatas a Arturo Calle



Chircales/ Agarrando pueblo.
Dualidad, comparación, desencarar, o siemplemente reflexionar. La verdad, yo no sería preciso al afirmar lo que para mi fue el ver estos dos films de forma consecutiva. Uno de las causas por las que se crearon esta mezcla de sensaciones en mi, sería lo que comunmente llamamos:  “ley del mínimo esfuerzo”. Y saben por qué. Porque, al mirar chircales, se crea un nudo en la garganta, donde con difuctad podemos digerir esta condicion, y no por su contenido, sino porque en nuestra mente, divaga una sensación de indignación creada a partir de lo que otro vió, y ahora soy yo, como un simple  espectador, el que se ha confirmado  con la visión subjetiva de otra persona.
De este modo,  Carlos Mayolo, acierta al exponer la forma como el documental, ha dejado de ser una herramienta para mostrar la realidad, desde un recurso visual; y se transpasa a unos discursos de pretenciones lucrativas, basadas en visiones que toman una realidad como base, pero a medida que se va desarrollando, se encuentra más propisio manipular e intervenir en dichas realidades. Esto no quiere decir que Chircales, haya manipuladola la realidad de la familia. Solo que a través del falso documental, invitan al televidente a tener una mirada crítica, y a los que en un futuro deseamos ser parte de la industria cultural audiovisual, nos invitan a la reflexión, y a ser concientes del ejercer un profunfo trabajo de campo; donde, la realidad no sea manípulada, sino sea construida a partir de los principios de la veracidad y efectividad.
Chircales, es un ejemplo de como los recursos audiovisuales, pueden ser soportes firmes de la realidad. El hecho que se armonice con melodías populares, mensajes radiales de la época, imágenes religiosas, y algunas constumbres de la típica familia colombiana, estrato bajo, de los años 60; nos hacen ver la cercanía de esta  familia a muchas de nuestras casas, y darnos cuenta que situaciones como esta, no han cambiado tanto en 50 años, solo que ya no trabajamos en una rudimentaria de ladrillo, vestidos de obreros; sino que vestimos arturo calle detrás de un escritorio.

César Garay
Grupo 2 BD

1 comentario:

  1. Aunque con varios errores de ortografía el comentario plantea una reflexión interesante

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