martes, 2 de agosto de 2011

Man of the Camera - Juan David Cortés Lizarazo

Uno de los experimentos más innovadores del cine de los años 20 llegó de la mano de Dziga Vertov, de origen soviético, creación en la cual mostraba los registros de un hombre con una cámara, quien recorría categóricamente todo el territorio plasmando las vivencias y costumbres de su pueblo, mostrando una gran y diversa cultura, en plena época de revolución Bolchevique y de comienzos de manifestaciones fascistas alrededor de toda Europa. La película es presentada como un gran espectáculo, dirijido por aquel hombre de la cámara, quien ambienta musical y artísticamente su obra, mostrandonos diversos paralelos  y metáforas visuales, como el despertar normal de una mujer sovietica, quien realiza las diversas acciones que conlleva un despertar, tales como aseo mañanero y alimentación, y otra situación como el trabajo duro de aquellos que acompañan al amanecer en su nacimiento realizando tareas asignadas para el desarrollo de los elementos sociales de la poblaci ón. Se hacen algunas referencias políticas, como la gran influencia de Lenin en aquel momento como el lider visible y sopesador de una revolución, o de rechazo a las nacientes manifestaciones nacional-socialistas.
La película es un gran hito tecnológico y social de la época, al utilizar muchas de las técnicas y efectos existentes en la época, muestra un hecho curioso, como es mostrar dentro del mismo filme la elaboración de este para orientar al espectador acerca de lo que está presenciando, además muestra a cabalidad una sociedad y su cultura, teniendo el mérito de visualizar esto en tan solo un dia.



Denis Arkad'evic Kaufman (Bialystok 1895 -Moscú 1954). Hijo de bibliotecarios. Después de cursar estudios de música 1912-1915 en Bialystok y de medicina 1916-1917en San Petersburgo, se dedica a escribir poesía y novela. Atraído por el futurismo, toma el pseudónimo de Dziga Vertov (En ucraniano "¡Gira, peonza!"). Cineasta innovador, teórico, poeta, agitador, editor, propagandista y pilar indispensable de un cine documental auténtico que respondiera a las necesidades políticas, económicas y sociales del momento histórico en que se hallaba inmerso. Vertov fue, sobre todo, un inventor y un imaginativo baluarte del cine experimental; todo lo cual fue demasiado para las mentes cuadradas de los burócratas del partido, que llegaron a humillarlo, bloquearlo, desanimarlo, desmovilizarlo, buscando sofocar su espíritu. Fue acusado de formalismo, antirrealismo, narcisismo y tratamiento "reaccionario'' de la realidad soviética.

A grandes rasgos, la praxis de Vertov con las imágenes en movimiento empieza en 1916, en su "laboratorio del oído" experimentando "músicas de ruidos", montaje de fonogramas y palabras. En 1918, el Comité del Cine de Moscú le contrata como secretario y llega a ser redactor jefe (hasta finales de 1919) del Kinonedelija (Cine-Semana, el primer periódico de la actualidad cinematográfica soviético). Hacia 1920 Vertov hizo un descubrimiento notable: el ojo humano era capaz de registrar un plano cinematográfico de apenas dos o tres fotogramas. Ello implicaba la posibilidad de montar fragmentos diminutos en cortes aparentemente ilógicos que no sólo desafiaba por entero la temporalidad de la visión natural sino las estructuras del pensamiento.

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