POR: PAOLA BARÓN
Este es uno de los documentales que he visto y me ha generado una gran expectativa frente a las pasiones y todo a lo que nos puede con llevar una de ellas, maneja un buen campo audiovisual y hace de un tema tan polémico algo verdaderamente interesante.
Para resaltar señalo la mágica aparición de el que se pensó en un principio seria el protagonista pero que al final resulto realizando el documental; ¿Cómo una persona a la que no se le conoce su rostro puede ser tan famosa en el arte callejero? El enmascarado del grafiti como lo conocen muchos genera gran expectativa y no solo por no conocerle, sino por su gran trabajo como grafitero, trabajo que llevo al apasionado Thierry Ghetta adentrarse cada vez más en el tema.
Thierry un comerciante como cualquiera maravillado por el hecho de poder testimoniar una situación determinada con su cámara de video, llego a tal punto de convertirlo en una obsesión, su familia, su trabajo, sus amigos quedaron a un lado y su presente y futuro se divisaban en el arte callejero poder grabar el panorama del graffiti internacional con algunos de los más conocidos y compartir esa sensación de peligro y adrenalina lo hundían poco a poco en este mundo a tal punto de crear una "microempresa" sobre este arte.
Al final todo lo que realiza Thierry ejemplifica el nombre del documental, lo que empezó como una afición termina como casi todo en el mundo en la cadena del mercantilismo y capitalismo.
El comentario hace una reflexión personal interesante sobre la comercialización del arte JUAN DAZA
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