domingo, 2 de octubre de 2011

Síntesis MAMBO. Sebastián Jaramillo


Ruven Afanador es uno de los fotógrafos Colombianos más importantes de la industria en el país y en el mundo, debido a su particular forma de capturar los sentimientos que identifican a las estrellas Hollywoodenses en su lente. El perfecto dominio de la luz para encontrar la posición exacta del personaje, es una de las cualidades más aplaudidas de este Bumangués. El retrato para este artista no solamente está enfocado en retratar a un ser humano en un plano medio, por ejemplo, donde la belleza física del protagonista esté expuesta, Afanador le da un trato a la fotografía mucho más amplio cuando corta la profundidad de campo para concentrarse en los detalles de los fotografiados, le da una característica neutral a toda su exposición cuando el blanco y negro se apodera de todo el papel.

La sensación realista en la textura y una sensación distinta que se produce en cada una de sus obras le dan a este reconocido colombiano un sello original para marcar al protagonista de cada sesión de fotos. La exposición estaba identificada por dos planos, en general: plano medio y el plano general, donde por genialidad del fotógrafo nunca llegan a tornarse monótonas. También se encuentra una proyección audiovisual donde se evidencia el movimiento en la fotografía y el arte detrás de la lente de cualquiera que utilice la cámara para fotografiar su pasión así, por ser un fotógrafo reconocido en revistas de moda como Elle, Vanity Fair y otras como The Newyorker, Times, ha sido premiado con galardones que hacen alusión a su impecable trabajo. Caminando por los tres pisos del MAMBO hay introducciones a su tema y como fue el proceso de donación al museo, a través de la “poesía” se refiere al retrato como el máximo exponente de un fotógrafo y el casamiento con un concepto.
A pesar de que Ruven Afanador nació en una familia acomodada y que su obsesión por los retratos empezaron en los set de Fotografía Serrano y, por otro lado, desde finales del siglo XX hasta los años 80 poder tener una cámara o por lo menos una foto familiar era un lujo que muy pocos se podían dar, y hoy, por las vueltas de la vida este nativo de la tierra de las hormigas culonas fotografia a los personajes más reconocidos del espectáculo ¿Ironía?, tal vez.


Vale la pena aclarar que no solo los fotografiados son actores, también bailarines, modelos, toreros, directores de cine y cantantes toman el foco de Afanador, solamente hay que causarle un poco de curiosidad al artista para darle una pauta y que empiece a experimentar. Entonces, ¿porqué el retrato desde un tiempo para acá es considerado como un género del arte y antes no? El artista era quién juzgaba y el fotógrafo se ocupada solamente de captar la imagen del personaje, dice John Berger en su libro Sobre las propiedad fotográficas del retrato (Pág. 20). Ruven Afanador me deja muy claro que el retrato es asociado al coito, donde se necesitan dos almas que al unirlas sientan como una y transmitan a su vez, entre miradas y gestos lo placentero que fue un rato de intimidad a luz de la luna, pero en este caso, por el flash de su cámara fotográfica.
Hombres diferentes, caminos cruzados y artes compartidos. Fernando Vallejo es un creador de pensamiento y Luis Ospina exalta esto y diferentes momentos de su vida dividiendo el documental que él titula como “La Desazón Suprema”, en aproximadamente siete partes donde cada una de ellas habla del escritor como persona, de Fernando Vallejo en las etapas más vergonzosas pero también más conmovedoras de su vida, donde cada acercamiento, cada plano o close-up está manejado y manipulado por Ospina para mostrar el tal cuál “de las cosas”. El retrato de Vallejo, de Afanador o en general está obligatoriamente enlazado con la pintura dónde el artista que compone lleva su marca personal a otro nivel, la composición, concepto y mensaje tienen un rol determinado antes de exponerlo o en su defecto, ponerlo en el mercado, lo mismo sucede con la fotografía en este caso, el retrato, tiene unas precisiones mucho más específicas donde el retratado es objetivo pero el fotógrafo al final, juega con esa perfección.

1 comentario:

  1. Aunque la síntesis es desarticulada, el análisis de la obra de Afanador resulta interesante y presenta sugerentes metáforas. JUAN DAZA

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