domingo, 12 de agosto de 2012

“Cuando no se logra cambiar la realidad, hay que maquillarla”


La ‘realidad’, ni más ni menos fue lo que Simone Bruno pretendió plasmar en cada mirada y rostro que apareció en el documental. Una realidad que se dejó ver crudamente en los testimonios e imágenes utilizadas para que Colombia recordara, una vez más, el engaño y la corrupción visible, que todos conocen pero pocos están interesados en saber. En una mezcla de música, paisajes, calles violentadas y un aire de conformidad, confusión e impotencia, este documental logra ubicarnos paso a paso en otro caso de abuso, dejándole claro al espectador cómo se dio lugar a una situación de violencia inaceptable.

Un país que ha conocido el sabor puro de la impunidad y ha sentido cruelmente la inmoralidad. En una supuesta lucha anti-terrorista que se camufla entre miradas que desconocen la realidad de la miseria y la falta de justicia; se encuentran los falsos positivos, actos deshonestos y sin principios que otorgan reconocimientos e ideas de progreso inexistentes, dejando a su paso rostros sin esperanza y dudas sin respuestas. Todo esto, en intentos desesperados por callar a la opinión pública y engañar de nuevo a una nación que aún aguarda por la paz.

“Cuando no se logra cambiar la realidad, hay que maquillarla”. Algo es seguro, los héroes –falsos- en Colombia, sí existen.


Vanessa Cardona Pérez

Grupo 2. BD

1 comentario:

  1. Un comentario políticamente beligerante, interesante, pero con poco análisis aduiovisual

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