jueves, 23 de agosto de 2012

“THE MAN WITH A MOVIE CAMERA”



Con la aparición de los Kinokis (grupo de cineastas que desarrollarían los manifiestos del Kino-Glaz o cine-ojo) los principios argumentales y técnicos presentes en la elaboración de material audiovisual sin lugar a dudas tomaron otro rumbo, puesto que ellos se aventuraron a quebrantar aquel paradigma imperante a nivel de composición que se concentraba - de manera dogmática – en el desarrollo de un entramado argumentativo fundamentado en la previa producción de un guion que, posteriormente, sería interpretado por un grupo de actores profesionales. Y es dicho experimento, finalmente, fue el responsable de cimentar las bases de la producción audiovisual “objetiva y natural” que hoy día se conoce como Documental.

Por otra parte, en lo que se refiere a “The man with a Movie Camera”, se puede decir que este film se encarga de representar con gran exactitud la teoría Kinokis, ya que es por medio de este material cinematográfico que se pretende ratificar el poder visual que tiene un cámara para poder captar realidad de manera objetiva y profunda; contraponiéndose de esta forma, a la visión frívola, superficial y minimalista que puede presentar el ser humano debido a sus limitaciones biológicas o a la intervención/condicionamientos de ciertas creencias.

Asimismo, es evidente que dentro del film encontramos, en determinados momentos, una postura marxista de exaltación por la clase obrera que resulta ser consecuente con la realidad social e ideológica que asumía por ese entonces la URSS y el propio Dziga Vertov, director de la película. Teniendo en cuenta esto, tampoco sorprende el hecho de que se haya representado - constantemente- la vida cotidiana por medio del desarrollo de actividades industriales que implicaban el dominio de recursos tecnológicos, puesto que, en definitiva, esto termina siendo un recurso visual alegórico por medio del cual se efectúa una crítica a la vertiginosa existencia que domina la modernidad urbana; y que, de forma inconsciente, ha trascendido a los procesos de producción y edición fotográfica.

Para concluir, se puede mencionar que tal vez una de las mayores contribuciones que presenta este film, es la planeación y el desarrollo de una estructura circular en donde, al finalizar la misma, volvemos al punto de partida para descubrir que fuimos cómplices de un juego voyerista en el cual nosotros ocupábamos el grado jerárquico más alta del proceso audiovisual.

Jhon Fredy Peña Martínez.

Grupo 2 BD

1 comentario:

  1. Un interesante comentario, que además de la mirada sociohistórica sobre Rusia, reflexiona sobre los aportes del Kinoki al lenguaje audiovisual

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