Las leyes colombianas han ido siendo modificadas junto con sus decretos en
supuesto mejoramiento de la aplicación de las normas; tal como las rebajas de
penas, casa por cárcel a muchos diplomáticos, entre otros aspectos como el
reconocimiento y premiación de los militares que den de baja a guerrilleros y
paramilitares. Esto en proporción se convierte en un reconocimiento interno que funciona de modos como: mientras más cadáveres entreguen más será el reconocimiento otorgado, lo
que el gobierno no mide es a qué tipo de personas acribillan, además de cometer
un crimen de lesa humanidad ante campesinos y civiles que nada tienen que ver
con los problemas políticos y de guerra. La peor parte de los acontecimientos
es la justificación que el gobierno presenta ante los medios de comunicación,
mostrar que se han expulsado algunos generales y comandantes de las fuerzas
armas por los hechos cometidos, siendo que han sido miles de personas muertas
por falsos positivos, y una realidad oculta ante la sociedad colombiana que no
transita más allá de una noticia efímera publicada en los principales medios de
comunicación.
El documental muestra la insuficiencia del gobierno y los
medios de comunicación a través de la narrativa visual, mostrándonos una introducción
basada en nuestro país y nuestra capital colombiana como también nuestra
cultura y gente. Seguida de una narración de entrevistas de familiares de
afectados que muestras su dolor en el monte de contar los acontecimientos que
han tenido que vivir por causa de este problema social, luego se acompaña de la
opinión de intelectuales de aspectos sociales en cuanto a Colombia en especial
los falsos positivos, una relativa mezcla de ideas y hechos que no son
mostrados tal cual son en la realidad.
Por: JAIR ANDRÉS FLORIDO DELGADO
Aunque no presenta una reflexión formal sobre el producto audiovisual, se hace una interesante reflexion sobre el contexto socio-politico
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