Música folclórica, las plazas llenas, un pueblo pidiendo
justicia y una realidad llena de impunidad. Esto es exactamente lo que podemos
apreciar en el documental “Falsos Positivos” del periodista italiano Simone
Bruno.
Una muestra pequeña, pero muy clara, de la tragedia que algunos
de nuestros compatriotas han tenido que vivir desde hace algunos años. Los
testimonios, el material de archivo, las voces en off e incluso la música,
fueron algunos de los elemento audiovisuales utilizados para ubicar al espectador
y mostrarle el ridículo montaje que se forma cuando no se obtienen resultados
significativos en la lucha diaria contra el terrorismo y no queda más remedio
que crear unos propios. Lo que ocurre cuando
la justicia se convierte en algo mítico y el silencio de la opinión publica es
más fuerte que la perdida de cientos de hombres y mujeres de las familias
colombianas menos favorecidas.
Es cierto que algunos en el medio se han pronunciado y han
denunciado dicha tragedia, sin embargo, siguen siendo pocos los que se atreven
de verdad a mostrarle al pueblo lo que
su gobierno prefiere mantener oculto. La cara doble del estado se
mantiene viva en este escenario pintoresco donde nos han tomado por tontos, donde
somos solo arlequines de la comedia sátira montada por el gobierno en la que el
papel principal lo interpretan los grupos con poder económico y político y en la
que la situación violenta, inmoral e impune que vive a diario nuestro amado
país, es solo la escena repetida de varios años atrás.
Ahora solo queda esperar a que el silencio prevaleciente se
pueda romper y que las injusticias no se queden en el olvido, sino que al igual
que hizo Simone Bruno, se plasmen para que el pueblo tenga un conocimiento y se
cree una conciencia pública, para que la justica vuelva ser real y no ficticia.
Interesante reflexión sobre el manejo de "la realidad nacional".
ResponderEliminarOjo con incluir el análisis audiovisual.