Todo tipo de producción
audiovisual obtiene su sentido a partir de los mensajes (significados) que es
capaz de emitir. Tal y como lo manifiesto Rafael Rafols y Antoni Colomes en su
libro Diseño Audiovisual : “ lo
audiovisual es un medio de comunicación instrumental que sirve para otros
productos y no para si, debido a que no tiene autonomía pues está en función de
otro”. Lo que permite evidenciar que, en el caso de las elaboraciones
audiovisuales como la cinematografía, los videos clips, entre otros, este tipo
de producciones encuentran su génesis y fundamento a partir de la manipulación
de los elementos que componen una situación con el objetivo de crear una
interpretación/apropiación especifica en el espectador. Y es a esta elección
consiente de elementos lo que comúnmente conocemos como drama. No obstante, el drama y su correspondiente mecanismo de
creación están conformados por cuatro componentes básicos e inexorablemente a cualquier
historia, los cuales son: personajes, acciones, lugares y tiempo.
A partir de lo anterior, se
deduce entonces que la elaboración de significados esta determinado por un
“aforismo” (denominado estructura dramática) encargado de organizar y servir de
armazón a los elementos que sustentan el drama de la historia. Si no existiese
dicho esqueleto, cualquier tipo de percepción individual estaría, seguramente,
condenado a subsistir en la ambigüedad y la abstracción conceptual. Para
esto, es necesario mencionar que la
estructura dramática no es inmutable, es decir, su esencia esta en el cambio,
el movimiento, la dinamización y el ritmo. Sin embargo, resulta importante
dejar en claro que esta “está determinada en gran
parte por el medio utilizado para contar la historia”, puesto que no se
construye de igual forma una estructura dirigida al cine que una de televisión.
Por otra parte,
cabe resaltar que el conocimiento obtenido a cerca de la estructura dramática
no sólo ejerce su papel catalizador en los ámbitos de creación e innovación
audiovisual, sino que, además de esto, facilita el análisis y el discernimiento
del proceso interpretativo inmerso en los siguientes lineamientos expuesto por
Syd Field:
·
Paradigma de personaje: esta conformado
por la vida interior y la exterior. La primera se encarga de narrar lo vivido
por el personaje hasta el inicio de la historia, mientras que la segunda abarca
su proceder y necesidad a partir del inicio de la misma.
·
Paradigma de asunto: Aquí se aborda
el primer cuestionamiento de toda narración ¿de qué trata la historia? Y esta
se determina a partir de la vida exterior del personaje.
·
Paradigma de estructura dramática: Es el procedimiento mediante el cual se estructura “la historia
completa, desde la primera escena hasta la última”. En el caso de Field se
mantiene una estructura básica de Establecimiento de la acción (inicio),
confrontación (desarrollo) y resolución.
Es preciso dejar
en claro que la estructura de Field está fuertemente influenciada por los lineamientos
del teatro clásico griego, razón por la cual es evidente su construcción lineal
y/o cronológica.
Aunque esta
estructura no es ejercida de forma dogmática, puesto que ha sido modificada en
un sin número de ocasiones. Tal es el
caso de la película Memento, dirigida por Christopher Nolan, en donde Leonard (protagonista de la
historia) ha perdido la memoria a corto plazo a partir del instante en que fue
golpeado mientras intentaba defender a su esposa que estaba siendo violada y
que, posteriormente, fue asesinada. De allí en adelante, Leonard tiene cómo
objetivo encontrar a los responsables para cobrar venganza, sin importar las
dificultades en la investigación que tendrá a causa de su problema de salud.
No obstante, más allá del argumento narrativo lo verdaderamente trascendental
en la película esta ligado radicalmente con su estructura dramática, en donde
que los cánones de los lineamientos temporales se encuentran parcialmente
quebrantados ya que la estructura ha sido organizada de tal forma que las consecuencias
antecedan a las causas y el “futuro” impere sobre el “pasado”. Aquí se hace
necesario una visualización
(re-creación) de la estructura dramática, puesto que a lo largo del film
persiste una dialéctica conceptual entre estos dos lineamientos que es
claramente percibido a través del tratamiento estético que recibe cada unos de
estos. Y para lograr ello, el directo
optar por disponer - de forma intercalada y totalmente “anacrónica” –
secuencias en blanco y negro y a color que se encargan de establecer
consecuente y recíprocamente el drama de la historia.
A pesar de todo lo expuesto, aún falta por desplegar la característica que
dota a Memento de una propiedad especial frente a los otros tipos de film que
ejecutan estructuras de tiempos alterados: aquí el montaje intelectual –y su
consecuente estructura de significación- dejan de proceder únicamente en los límites
de la metáfora audiovisual y pasan a materializarse en experiencia
psico-sensorial. Así, cada espectador esta condicionado a sobrellevar de forma
paralela al desarrollo de la película la condición de amnesia anterógrada que
vivencia el protagonista. Lo que significa que, como consecuencia de los
continuos cortes (recuerdos) inmersos en la ambigua temporalidad de la
película, el espectador pierde reiteradamente la coherencia y cohesión que presenta la
historia debido a se encuentran en la necesidad de relacionar el futuro
percibido con algo que aún no ha acontecido. Alineación que sin duda alguna se
encarga de producir en cada uno irregularidades cognitivas que terminar por
condicionar el proceso vinculado con la interiorización de la estructura
dramática.
Jhon Fredy Peña Martínez
Grupo 2 BD

Extenso y en ocasiones confuso, pero original en sus planteamientos, me gustó.
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