“En todo arte y en todo descubrimiento, la
experiencia ha precedido siempre a los preceptos. En el transcurso del tiempo,
un método ha sido asignado a la practica de la invención”.
Goldoni
Lo que en un inicio surge de la búsqueda – y por
consiguiente, del hallazgo- de un conocimiento netamente empírico, producto de
la innegable necesidad humana de materializar constantemente su intención
participativa en el proceso evolutivo, posteriormente termina por convertirse,
transformarse y/o mutarse en un axioma (paradigma) social que se encarga de
condicionar in-conscientemente la visión y el comportamiento que asume el total
de la sociedad durante un periodo de tiempo determinado.
Con lo anterior, no pretendo exponer un
manifiesto que de cuenta de los diversos procesos epistemológicos en los que se
encuentra inmerso el ser humano. Simplemente, deseo exponer de manera muy breve
como en el desarrollo del montaje cinematográfico no basto solamente con las
revelaciones narrativas y técnicas que en su momento dieron a conocer Edwin
Porter y David Griffin, respectivamente; sino que, además de esto, fue
necesario el aporte teórico y conceptual que durante el primer cuarto de siglo
dio a conocer el cineasta ruso Sergie Eisenstein.
Para comenzar, podemos decir que fue en el año
de 1903 en donde se realizaría uno de los primeros aportes al montaje, puesto
que en el corto “Asalto y robo de un tren”, dirigido por Porter, se experimenta
por vez primera con la tensión dramática y el montaje paralelo. Y para precisar
en el primer tópico, tendremos en cuenta las palabras de Declan McGrath en “Montaje y
producción” quién afirma que “Antes
de esta, todas las grabaciones a parte de ser de plano único no tenían ninguna
intención dramática o no querían contar nada más que lo que se veía”. Asi
mismo, en lo referente al montaje paralelo, se le atribuye a Porter el hecho de
descubrir que era posible mantener (siempre y cuando se mantuvieran algunos
detalles) una continuidad aparente del
tiempo y el espacio en una estructura narrativa.
No obstante, sería unos años más adelante cuando Griffin, gracias a sus
aportes, se convertiría en uno de los más importantes contribuyentes teóricos y
prácticos del montaje. Él no sólo se encargo de evolucionar la tensión
dramática y el montaje paralelo, sino que también se le atribuye la “invención”
o uso del primer plano, el plano americano, el flash back con una intención
dramática.
No obstante, tal vez los mayores aportes los efectuaría Sergie
Eisenstein durante la tercera década del siglo XX, cuando en el otoño de 1925
terminaría de redactar sus cinco metodos de motaje que, en otras palabras, se
puede concebir como la sistematizacion del mismo. No en vano, gracias a este y
muchos otros aportes Eisenstein es considerado uno de los grandes teoricos del
cine.
Sin embargo, cabe aclarar que lo que resulta verdaderamente importante a
partir de la publicación de los metodos de montaje no es la consecuentes
“sistematización” de estos; va mucho más allá, puesto que en realidad lo que
hizo Eisenstein fue exponer su cosmovisión cinematografica en donde el cine
deja de ser sólo la representación de imágenes ( un simple registro de la
realidad – mostrando así, su evidente oposición a los pensamientos de Vertov-)
para convertirse en el mecanismo por medio del cual, a través de la producción
de sensaciones en el espectador, se puede generar una nueva realidad. Hecho que
compruba el porque para los rusos “la forma cinematografica esté siempre al
servicio de una significación argumental”.
Con base en esto, se argumenta que para Eisenstein el montaje no era
percibido en su forma simple, es decir, como la suceción progesiva y lineal de
secuencias que sólo se limitan a una narración; por el contrario, era la
herramienta capaz de producir experiencias psicofisiologicas que despertaban al
espectador de su estado pasivo y le permitian accedera a un estado reflexivo.
Todo ellos, era logrado con el montaje de atracion, el cual determinaba que el
contenido de cada “trozo” no es efectivo aisladamente sino que adquiere sentido
en asociación con los demás.
A partir de esto, se puede concluir que los aportes de Eisenstein
actuaron como la piedra angular que permitio desanclar al montaje unicamente en
función de un argumento, puesto que, fueron a partir de sus teorias, que este
paso a conformar al mismo (el argumento)
siendo la herramienta dialectica que lo constituye. Así, se entiende que la
composición cinematografica y su consecuente interpretación por parte del
espectador, no son más que “categorias de metodos de montaje (…) que se
convierten en construcciones de montaje propiamente dichas cuando entran en
relaciones de conflicto una con otra (…) Dentro de un esquema de relaciones
mutuas, repercutiendo y cochando entre sí”. Razón por la cual se infiere que la
sistemización de los montajes no es un procedimiento que asegue la innovación
conceptual y narratvia sino el medio que,
a partir de un adecuado manejo, se encarga de potencializarlo. Complementando,
de esta forma, la conceptualización que realiza Bazin a cerca de montaje en la
que lo define como "La creación de un significado que las imágenes no contiene objetivamente y que produce tan sólo de su relación".
Jhon Fredy Peña Martínez
Grupo 2 BD
Jhon Fredy Peña Martínez
Grupo 2 BD
Aunque interesante, innecesariamente confuso, la verdadera erudición está en la simpleza. El ejericicio está incompleto.
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